Alexis Cuzme,
José Márquez, Sina Mondavi y Guido Vásconez, profesionales vinculados a
la Uleam, socializaron sus
experiencias con los miembros de la Red de Editoriales Universitarias y
Politécnicas de Ecuador (Reupde) en lo que respecta a edición, diseño y
comercialización de libros.
Las
conferencias se dictaron en Quito, en la 44 Feria Nacional del Libro que se
realizó a mediados del mes pasado en la Pontificia Universidad Católica del
Ecuador (PUCE). Alexis Cuzme, quien es asistente de edición en Mar Abierto, destacó que lo suyo es un
oficio de paciencia para lidiar con textos, autores, horas y horas de trabajo.
“Los editores necesitan alguien que pueda asumir las responsabilidades y las culpas (cuando aparecen los errores) tras cada nueva edición. Este blanco es el asistente, aquel, quien tras el editor, vigila y controla el proceso previa publicación de cada una de las obras.
Más allá del control y coordinación con el personal más cercano a él (corrector de estilo, diagramador y corrector de prueba) está el desenvolvimiento en las relaciones humanas con los autores.
Pero resulta que en editoriales nacientes muchas de las veces el asistente editorial asume múltiples roles, así a veces es el corrector de prueba y estilo y casi siempre el diagramador. Entonces un asistente editorial debe manejar un perfil de todólogo, cuya consigna debe ser la de solucionar los problemas y no de crearlos”, señaló Cuzme.
Habló además sobre la presentación de los manuscritos, la diagramación, los machotes, el ISBN. “Aún existen autores a los que la desesperación y desconocimiento les ha hecho ignorar la importancia de los debidos registros legales que solo el Instituto Ecuatoriano de Propiedad Intelectual (respecto al derecho de autor) y la Cámara Ecuatoriana del Libro (respecto al ISBN) otorgan a una obra. Por lo tanto la realidad nos dice que libro no registrado en ninguna de estas dos entidades, no existe. Y su existencia fantasmagórica no le ayudará a formar parte de procesos claves como distribución y comercialización masiva”.
Sobre el diseño
José Márquez empezó su conferencia ‘Experiencias y reflexiones sobre la edición universitaria y el diseño gráfico’ comentando que a veces se entiende por diseñador grafico a alguien que solo realiza tarjetas de presentación o retoca una fotografía, pero ya afortunadamente se está valorando su aporte dentro de las publicaciones, no solo por lograr que se vean “bonitas”, sino que logren su cometido final: captar la atención del cliente y lograr que adquiera un ejemplar por curiosidad, fidelidad al autor o al género de la obra en sí.
Márquez comentó que su trabajo en la ULEAM y Mar Abierto ha sido desarrollar y potenciar logotipos, slogans así como la línea grafica completa, manuales de marca, etc. “Mi recomendación a quienes les interese ingresar a este mundo del diseño editorial es que el conocimiento del software o programas adecuados es importante, pero no tanto como saber interpretar lo que se está leyendo, tener fundamentos sobre: Balance, ritmo, proporción, unidad, equilibrio y dominancia de los objetos”.
“Los editores necesitan alguien que pueda asumir las responsabilidades y las culpas (cuando aparecen los errores) tras cada nueva edición. Este blanco es el asistente, aquel, quien tras el editor, vigila y controla el proceso previa publicación de cada una de las obras.
Más allá del control y coordinación con el personal más cercano a él (corrector de estilo, diagramador y corrector de prueba) está el desenvolvimiento en las relaciones humanas con los autores.
Pero resulta que en editoriales nacientes muchas de las veces el asistente editorial asume múltiples roles, así a veces es el corrector de prueba y estilo y casi siempre el diagramador. Entonces un asistente editorial debe manejar un perfil de todólogo, cuya consigna debe ser la de solucionar los problemas y no de crearlos”, señaló Cuzme.
Habló además sobre la presentación de los manuscritos, la diagramación, los machotes, el ISBN. “Aún existen autores a los que la desesperación y desconocimiento les ha hecho ignorar la importancia de los debidos registros legales que solo el Instituto Ecuatoriano de Propiedad Intelectual (respecto al derecho de autor) y la Cámara Ecuatoriana del Libro (respecto al ISBN) otorgan a una obra. Por lo tanto la realidad nos dice que libro no registrado en ninguna de estas dos entidades, no existe. Y su existencia fantasmagórica no le ayudará a formar parte de procesos claves como distribución y comercialización masiva”.
Sobre el diseño
José Márquez empezó su conferencia ‘Experiencias y reflexiones sobre la edición universitaria y el diseño gráfico’ comentando que a veces se entiende por diseñador grafico a alguien que solo realiza tarjetas de presentación o retoca una fotografía, pero ya afortunadamente se está valorando su aporte dentro de las publicaciones, no solo por lograr que se vean “bonitas”, sino que logren su cometido final: captar la atención del cliente y lograr que adquiera un ejemplar por curiosidad, fidelidad al autor o al género de la obra en sí.
Márquez comentó que su trabajo en la ULEAM y Mar Abierto ha sido desarrollar y potenciar logotipos, slogans así como la línea grafica completa, manuales de marca, etc. “Mi recomendación a quienes les interese ingresar a este mundo del diseño editorial es que el conocimiento del software o programas adecuados es importante, pero no tanto como saber interpretar lo que se está leyendo, tener fundamentos sobre: Balance, ritmo, proporción, unidad, equilibrio y dominancia de los objetos”.
Las ventas
Sina Mondavi participó en la feria como autora y conferenciante. El 14 de
septiembre presentó su novela juvenil Cuarto Creciente y al día siguiente
compartió con los miembros de Reupde su experiencia en la comercialización de
libros. Ella es quien ha logrado que varias obras del sello Mar Abierto se
vendan en cadenas libreras como Mr. Book.
Mondavi expuso criterios generales sobre las ventas. Puntualizó que para
colocar un producto en el mercado es clave conocer la competencia. Detalló que
hay tres etapas muy importantes, la primera (preventa) tiene relación con
programar el trabajo, entrevistas, presentación y conocimiento vendedor-
cliente. En la segunda (venta) es crucial captar la atención del cliente,
cuidar las primeras palabras, crear condiciones para exponer argumentos de
venta y lograr el cierre de la misma. La última etapa es la postventa, aquella
donde el vendedor debe completar detalles, términos de la compra, envío de
instrucciones, etc. “Llamar para preguntar si llegaron los libros completos y a
tiempo nunca está de más”.
El libro en la sociedad del conocimiento
Guido Vásconez, docente de la Uleam, compartió su visión como ‘usuario” del
libro. “El libro sigue siendo un excelente medio para hacer circular las ideas,
pero ya no es el único vehículo de conocimiento y de transmisión de ideas. En
su acepción tradicional, es un objeto de consumo que debe competir en un
entorno con numerosas formas de ocio, lucha en la actualidad con numerosos
competidores, sobre todo en el campo del área audiovisual. La convivencia de
formatos y soportes, será inevitable; pero el acceso de las nuevas generaciones
al mercado marcará una tendencia hacia lo multimedial, dejando al libro
tradicional como un objeto de lujo y de características minoritarias. Esto no
supone la desaparición del libro en su acepción tradicional, pero sí podría
propiciar un reposicionamiento de su valor simbólico – funcional”.
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