Por: Jesús Aguinaga Zumárraga
- Sr Dr. Felipe Restrepo Còrdoba
Presidente de EULAC
- Sr. Licenciado Ubaldo Gil Flores,
Director de Editorial Mar Abierto, y,
Vicepresidente de la Asociación de Editoriales Universitarias de América Latina
y el Caribe, para la Sub- Región Andina (EULAC)
- Dignísimas autoridades, personalidades y académicos de América Latina
- Respetables invitados
- Nuestro saludo fraterno para la Institución Anfitriona de este Evento, la
Universidad Laica “Eloy Alfaro de Manabí”
- También nuestro especial saludo para la Asociación de Editoriales
Universitarias de América Latina y el Caribe (EULAC) y la Asociación de Redes
Universitarias de Colombia (ASEUC)
- Público presente
Estimados colegas y amigos:
El mundo actual, en su avance vertiginoso hacia la conquista de mundos antes
insospechados, parece hablar imperiosamente, sobre la urgencia de que el ser
humano se prepare para estos nuevos desafíos…; aquí, no valen las improvisaciones
que le pueden llevar al hombre a su propia desaparición; en cambio, luego de
clarificar las metas, conformar hipótesis, ensayar estrategias, sí cabe
afrontar los riesgos.
Y ¿qué riesgo mayor que entrar en el universo de la PALABRA? ¿Puede haber un
desafío mayor para el ser humano que el de saber comunicarse? Pero me refiero
al comunicarse como acto auténtico, cabal, completo, de la persona con respecto
a sus semejantes, acto en el que el individuo hace uso pleno de su capacidad
razonadora, de su libertad y de su espíritu innato socializador y creativo.
El acto comunicativo es, por esencia, la parte nuclear del campo editorial
universitario.
Por tanto, al referirme al campo editorial universitario, necesariamente la
creación de textos y la lectura ocupan un sitial privilegiado, pues, por una
parte, con la creación de textos, y por otra, con la lectura, la persona puede
adentrarse en la ciencia y en la técnica, y llegar a altos niveles de
desarrollo de su capacidad investigativa, y así contribuir también al avance de
la ciencia.
Respecto de la creación de textos, en este acto creador entran en juego varias
cualidades del hombre puestas en un “mágico” funcionamiento: la imaginación y
la reflexión, la capacidad de análisis y de síntesis, la energía en la
expresividad, cualidades todas éstas desempeñadas con absoluta libertad, como
lo afirma Juan Montalvo, famoso escritor y periodista ecuatoriano, quien, en su
periódico EL COSMOPOLITA, en el artículo “La libertad de imprenta”, nos afirma:
La prensa es el canal grandioso por donde corren las ideas nuevas; los grandes
pensamientos comienzan a infiltrarse en el corazón y la cabeza de los hombres
cuan anchamente se hallan esparcidos por el globo; la prensa es uno como
sistema eléctrico de infinitos hilos por donde se difunden por todos los
ámbitos de la tierra los acontecimientos, los cambios y progresos que de día en
día tienen lugar en la inteligencia humana; la prensa es el árbol de la vida,
pues la vida social es la instrucción, la ciencia, los adelantos físicos y
morales.
Y luego, este autor pregunta a los tiranos y enseguida, él mismo se responde:
¿No sería crimen atroz que empezaseis luego a sacar los ojos a los ciudadanos,
a corcharles con plomo los oídos, a privarles del gusto con cauterios? Pues más
crueles sois en sacarles los ojos del alma, en privarles de la voz, en
cubrirles el pensamiento con una plancha de brea.
Y más adelante, el periodista nos hace ver los efectos malignos en los
ciudadanos, ocasionados por los opresores, debido a la falta de libertad de
imprenta:
… les quitan la voz (a los ciudadanos), y la política pierde sus censores; les
quitan la voz y la moral ya no tiene defensores; les quitan la voz y la
sociedad humana va sin guía trastabillando7 por los oscuros laberintos por
donde la arrastran sus sayones.
Por su parte, la lectura, constituye un proceso de captación del significado de
un texto específico, elaborado mediante símbolos impresos.
La lectura es una actividad sumamente importante, pues ésta es la puerta de acceso
a la cultura escrita y por medio de ésta, a todo tipo de cultura, y aún más, a
la investigación.
Es también un potente instrumento de aprendizaje, pues, leyendo, se aprende, se
informa, se desarrollan capacidades cognitivas superiores: la reflexión, la
crítica, la conciencia de los procesos de pensamiento propios y ajenos.
Para que una lectura sea eficaz y productiva, el texto escrito debe estar
acorde con la edad cronológica y sicológica del lector, con sus intereses, con
su nivel de cultura, con el lenguaje conocido por el lector; pero, por sobre
todo, la competencia del lector es el factor más decisivo para que la lectura
sea mejor comprendida y comentada. La competencia del lector ¿en qué? En el
conocimiento de la lengua y de sus usos, en el dominio de las estrategias
lectoras, en la claridad acerca de los propósitos de la lectura, en la
suficiente motivación y en el interés, en el conocimiento sólido y sustentable
del tema.
Los factores que intervienen para una buena comprensión son: Un mensaje claro,
coherente y bien elaborado, con un correcto uso del lenguaje; una buena
relación entre el mensaje y el lector; un contenido referencial que no acumule
de datos, sino que ofrezca los datos que realmente sean oportunos y relevantes.
El lenguaje escrito es la forma privilegiada de comunicarse el autor con sus
destinatarios. La lectura es un diálogo entre el autor del texto y el lector
que lo está leyendo: en efecto, el autor habla a través del texto, mientras que
el lector reflexiona sobre el texto, se formula sus preguntas, indaga en el
mismo texto o acude a otros, intentando así llegar a una respuesta adecuada.
La lectura propicia el auto-descubrimiento del hombre como ser pensante y
libre.
Pensamiento, conocimiento e investigación, son los hilos conductores que llevan
a la mente hacia la ciencia; la mente es la gran generadora que, secundada por
la experiencia, abre al ser humano horizontes sin fronteras, en los que, de los
sueños, imágenes e ideales más atrevidos, brotan las ideas que podrían desembocar
en grandes realidades. Así se ha ido construyendo el mundo y así se irá
construyendo el hombre de cada siglo venidero.
En el devenir de los acontecimientos sociales, políticos, económicos, el ser
humano los debe encarar con responsabilidad y creatividad, y lo hará a través
de la preparación, de la capacitación. En su existencia, el hombre, por su
propia naturaleza inquisidora, está siempre buscando las causas, fines y
efectos de todo… le ayudará en esta tarea la capacitación. Y hasta para la penetración
en el entendimiento de asuntos ininteligibles como por ejemplo, de la trilogía
Dios, Ser Humano y Sociedad, y de otros temas que parecen rebasar la
comprensión, la investigación y la experimentación, para acercarse a su
entendimiento, hay también que capacitarse.
Si el hombre quiere verdaderamente ser hombre, tiene que capacitarse. La
capacitación es la llave que abre la puerta del misterio, es la “varita mágica”
que, sin magia, pone en nuestras manos la razón de lo que parece sin razón o un
misterio o un milagro.
Queda claro, entonces, que hay que capacitarse.
Y como la información y la comunicación juegan un papel preponderante,
especialmente a través de los medios de comunicación y entre éstos, en
especial, de las publicaciones ocasionales o periódicas, es indispensable la
capacitación en estos campos; esta necesidad es tanto más grave, cuanto que
dichas publicaciones no solo informan y comunican, sino que también forman y
entrenan al sano juicio y lo deben hacer con profundidad, imparcialidad y
honestidad, en sus múltiples temáticas, áreas, disciplinas, géneros, doctrinas
e idiomas, y esto, en especial, si se trata de una universidad que tiene como
función, entre otras, la de anunciar, denunciar, proponer tesis que planteen e
impulsen un nuevo despertar del individuo como persona y como habitante de una
humanidad que quiere irse construyendo en la verdad y en el amor. Esto será
posible solo si los diversos miembros de la comunidad universitaria, enfrentan
con coherencia y decisión de seres humanos comprometidos, los diversos desafíos
de la vida personal y profesional, si asumen los roles de un liderazgo
constructivo y demás valores defendidos y propagados a través del testimonio
personal y de la palabra oral y escrita.
En el mundo de la cultura, es importante referirnos al aspecto de editoriales,
es decir, a la publicación de obras, más aún cuando, en el orden académico,
dichas publicaciones van configurando la imagen de lo que es y de lo que quiere
ser la Universidad.
Las editoriales, por sus publicaciones, trascienden, penetran en el intelecto y
en la conciencia de los mortales; no dejan un rincón en el planeta que no lo
inquieten, un ser humano al que no lo cuestionen, una sociedad a la que no la
transformen, esto, sobre todo si se trata de publicaciones que gestan la luz,
la verdad y el bien.
Los libros son canales difusores de la cultura y del pensamiento, son
constructores de un mundo que reemplaza la ignorancia, las armas, la
injusticia, por el saber, la paz y la justicia; reemplaza la arbitrariedad y el
abuso por el respeto a cada quien; el materialismo y la corrupción por lo
trascendente y la honestidad.
Por esto, a pesar del ritmo de vida vertiginoso que experimentamos –que
restringe la lectura y el diálogo- estimulemos una buena lectura; así, la
reflexión, el debate, el cuestionamiento, el análisis y la investigación, a
partir de una buena publicación y de una correcta lectura, serán las
actividades que salvarán al hombre y a las sociedades, de hundirse en la
ignorancia, el ostracismo, la soledad y la deshumanización.
No obstante ser las publicaciones, de manera general, aportes positivos, no
todo lo que brilla es oro: Los libros o revistas generales o especializados u
otros tipos de publicaciones, dejan, en unos casos, una sensación agradable y
una herencia muy rica, ya por sus contenidos, estilo, metodología empleada,
como por su nivel científico, humanístico; en otros casos nos dejan una
sensación de insatisfacción, herencia insustancial, morbosa, abominable,
literatura barata; entre éstas me voy a referir a aquellas publicaciones
llamadas “piratas”, por ser resultantes del plagio o por transgredir las
exigencias de la ley de propiedad intelectual y los derechos de autor; dichas
publicaciones deben ser decomisadas y trasladadas no a un archivo, ni bodega,
ni, peor, a una biblioteca, sino echadas a un basurero público, y sus autores,
cómplices y encubridores, debieran ser enviarlos a la cárcel. Pero no solo
estos seudo autores y editores merecen el rechazo de la sociedad, sino también
aquellos que, cobardemente, a través de rumores y sin ninguna prueba, calumnian
a autores e instituciones serias y de prestigio y les quieren robar el honor y
la buena imagen conseguidos a través de muchos años de esfuerzo y de trabajo
honesto; estos tergiversadores, también merecen llamarse piratas del campo
editorial, piratas fracasados que con este actuar se deshonran a sí mismos.
Distinguidos colegas, hagamos todos causa común, para levantar el nivel de las
publicaciones y ubicarlas en el sitial que ellas merecen; compitamos libre y
responsablemente, con la altura y nobleza que corresponde a nuestra clase,
compitamos con talento y con ética.
Frente a estas sencillas pero sinceras reflexiones, me permito reafirmar que la
capacitación constituye un instrumento de mejoramiento y gestión en el campo
editorial universitario. Por tanto, hay que darle una suficiente atención.
Las falencias en el campo editorial, en lo técnico y humano, pueden encontrar
remedio a través de la capacitación, como herramienta de la gestión editorial.
Recordemos algo relevante: Capacitación es inversión.
Inversión… ¿en qué? En el mejoramiento de lo que no se sabe o se sabe poco a un
saber completo, más amplio y más profundo; esto se conseguirá en base al
seguimiento de un proceso de edición de una publicación; se deben conocer las
fases de producción, difusión, distribución y comercialización de las
publicaciones, considerando en cada una de ellas los diferentes pasos,
actividades y tareas que deben cumplirse de manera organizada; así una
editorial alcanzará sus objetivos y obtendrá réditos en cuanto a la calidad de
su servicio y a una justa compensación económica.
¿Para qué?... para que quienes tenemos la calidad de editores y editamos, lo
hagamos con probidad profesional, sabiendo que el respeto a la verdad y a la
dignidad de las personas e instituciones, tiene su fundamento en principios
éticos universalmente reconocidos; así lo menciona el Dr. Manuel Corrales
Pascual S. J., Rector de la PUCE, en su libro Ética y Comunicación; todo esto
en beneficio de los lectores, nuestros directos beneficiarios, pues ellos deben
recibir un producto agradable y atractivo, que satisfaga los esfuerzos de
editores y las expectativas de los lectores.
Así, pues, se justifica una capacitación que plantee retos, que provoque
cambios, que mejore el desempeño de las funciones en el campo editorial, que
utilice habilidades y destrezas actualizadas y pertinentes, que desarrolle
nuevas técnicas; que logre cambios éticos y conductuales en las personas que
lideran y operativizan el campo editorial; he ahí la necesidad de crear un
sistema de capacitación para la red de EULAC (Editoriales Universitarias de
América Latina y el Caribe).
El proceso de capacitación aplicado en el campo editorial, podría constar de
las siguientes etapas:
1. Detección y diagnóstico de las necesidades de capacitación: gerenciales,
técnico–operativas, auxiliares y comportamentales, en el campo de las
publicaciones universitarias.
2. Planificación y programación de la capacitación, para el área de las
publicaciones universitarias; capacitación desarrollada, ya en el puesto de
trabajo, ya mediante cursos nacionales e internacionales, pasantìas, etc.
3. Ejecución de la capacitación en cuanto a publicaciones universitarias, según
el cronograma previsto.
4. Evaluación y seguimiento de la capacitación impartida.
Estos procesos más o menos comunes, dependiendo de cada universidad y país,
pueden tener sus variantes.
Entonces la capacitación logrará cambios radicales en cuanto a cómo ir
mejorando las publicaciones y la actuación de las personas que estamos
involucradas, ya liderando o ya operativizando el campo editorial
universitario.
Colegas, no olvidemos que quienes integramos las universidades de América
Latina tenemos un compromiso de conciencia y de justicia social, no solo a
nivel nacional sino también internacional: liderar en nuestras sociedades
políticas, los cambios y las transformaciones que ellas requirieren, y para
conseguirlo, debemos convirtir a la educación en un terreno fértil, que abone
una preparación técnico profesional al más alto nivel y una formación humana y
moral sólida e inclaudicable, independiente de politiquerías, y cuyo único
credo sea la verdad y el bien.
Amigos: los libros y las publicaciones en general, constituyen un órgano
incuestionable de expresión del pensamiento y de las ideas, de los valores y de
los derechos, y ¿quiénes son los mentalizadores y arquitectos de esta poderosa
cultura y civilización, que cual una fuerza nuclear se inserta en el intelecto
y en la profundidad del espíritu, cambiando conciencias y corazones? Justamente
nosotros, en nuestra calidad de escritores y editores académicos, organizamos
el campo editorial universitario, como un verdadero semillero de ciencia en
beneficio de la sociedad; contamos siempre, en este cometido, con los
siguientes apoyos invalorables: en la producción de libros, con los profesores,
investigadores y estudiantes; en la aprobación de los proyectos de publicación,
con los asesores, correctores metodológicos y de estilo, y los comités
editoriales; en la impresión, con el apoyo de las imprentas y sus diseñadores y
técnicos; en la promoción y difusión, con los comunicadores; y en la
distribución y comercialización, con los libreros.
Por esto, afirmarmos y reafirmamos que nosotros, editores, desempeñamos nuestro
rol que es multiplicador y transformador, rol protagónico en el campo de la
educación y la cultura, ejes éstos determinantes en el desarrollo, crecimiento
y progreso de los pueblos, pues únicamente a través de la educación, y por
ende, de las publicaciones -vivas expresiones de todo acto educativo- podremos
cada día ser más conscientes y más libres, en la medida en que leamos más.
Incentivemos, pues, la lectura; demos también mayor accesibilidad a los libros,
en especial, a los sectores más limitados económicamente; preparémonos y
preparemos a los demás a ser personas participativas y no simples receptoras
pasivas, masificadas y domesticadas por cualquier individuo que quiera someter,
conculcar y esclavizar nuestras mentes, criterios, pensamientos, nuestras
conciencias y, peor aun, nuestras libertades.
Amigos: Aprovechemos esta extraordinaria y feliz iniciativa de la Universidad
Laica Eloy Alfaro de Manabí. Hemos entrado aquí y nos hemos reunido en este
sagrado recinto para participar en este importante evento y para constituirnos
en una fuerza viva que no desmaye sino que, más bien, se vaya consolidando y
levantando vigorosa en el interior de nuestras universidades y pueblos; en el
campo internacional, conformemos la unidad y la solidaridad, la ayuda y el
mutuo respaldo; generemos nuevos proyectos como así ya lo ha venido haciendo la
Asociación de Editoriales Universitarias de América Latina y el Caribe, nuestra
Universidad Laica Eloy Alfaro de Manabí, y otras respetabilísimas universidades
aquí presentes y otras que no han podido estar, pero que son parte de este
sueño latinoamericano.
Para mejorar la capacitación del campo editorial universitario, proponemos las
siguientes Recomendaciones:
1. Crear un sistema de capacitación para EULAC.
2. Generar una capacitación a nivel de cursos y pasantías por parte de EULAC,
programados en forma periódica durante cada año, en las diferentes
universidades de América Latina, sin excluirse a ninguna de esta responsabilidad;
dicha capacitación estará de acuerdo a las necesidades y competencias de cada
una de ellas; y, deberá contar con un presupuesto fijo, asignado por cada
universidad con este propósito.
3. Generar normativas técnicas específicas y especializadas.
4. Generar normativas jurídicas para este campo.
5. Generar políticas y estrategias de EULAC sobre esta materia.
6. Generar planes y proyectos a corto, mediano y largo plazo en este tema.
7. Conformar comisiones, que asuman la ejecución de las diferentes responsabilidades
determinadas en esta propuesta.
8. Además del cuerpo directivo, establecer un comité permanente, que vigile la
operativización de los compromisos hechos por las diferentes universidades
miembros de EULAC en este campo.
9. Incluir en un catálogo de EULAC el tema de la capacitación.
10. Elaborar un boletín virtual, que bimensualmente nos presente las novedades
de la red, en especial, sobre el sistema de capacitación de la red.
11. Ofrecer capacitación técnica constante y actualizada a sus miembros.
12. Brindar capacitación humanística permanente a sus miembros.
13. Establecer estímulos y correctivos
Conclusiones
Ø Hace falta para EULAC un sistema de capacitación,
como herramienta de gestión, para el cambio y desarrollo de las editoriales
universitarias de América Latina.
Ø Con la capacitación se podría desterrar la
piratería y la corrupción, en cualquiera de sus formas y manifestaciones, en el
campo de las publicaciones.
Ø Con la capacitación se podría combatir la
injusticia en todos los aspectos, en especial, en el campo de la justicia
social -y, por supuesto, de la justicia en el derecho a la libre expresión-
mediante, primero, una exacta comprensión de lo que es la justicia. Al
respecto, cabe transferir el fragmento de una entrevista realizada por un
periodista a Don Helder Cámara, quien a la pregunta ¿Qué entiende usted por
justicia?, respondió:
Justicia no significa imponer a todos una misma cantidad de bienes y de
idéntica manera. Sería atroz. Sería como si todos tuviesen el mismo rostro y el
mismo cuerpo y la misma voz y el mismo cerebro. Yo creo en el derecho a tener
rostros diferentes y cuerpos diferentes y voces diferentes y cerebros
diferentes.
Yo no tengo soluciones. Sólo tengo opiniones, sugerencias, que se resumen en
dos palabras: violencia pacífica. O sea, no la violencia elegida por los
jóvenes con las armas en la mano, sino la violencia pacífica, predicada por
Gandhi y Martin Luther King.
La llamo violencia porque no se contenta con pequeñas reformas, con
revisionismos, sino que exige una revolución completa de las estructuras
actuales: una sociedad rehecha desde el principio. No basta luchar por los
pobres, morir por los pobres: hay que dar a los pobres conciencia de sus
derechos y de su miseria.
Ø Fortalecer por todos los medios posibles y de
manera especial, a través de las publicaciones, los derechos a la libertad de
expresión, de pensamiento, de opinión; vigorizar, de manera general, todo
aquello que se relacione con las libertades de la mujer y del hombre, la
igualdad de género, los derechos de los minusválidos, el rechazo a toda forma
de racismo, rechazo a las diferencias sociales; profundo respeto a los
principios del derecho natural, a las diferencias ideológicas; respeto al
sistema democrático, respeto al derecho a equivocarse; condena a toda forma de
totalitarismo, a las diversas manifestaciones y prácticas dictatoriales. Hacer
un llamado a las universidades de América Latina, del Caribe, de EEUU, Canadá y
de otros continentes y países, para que nos constituyamos en los órganos
sociales idóneos, que exijamos en nuestras respectivas sociedades, la
implantación, de manera definitiva y permanente, de valores comunes e
imprescindibles para la convivencia humana, como son: el respeto, la justicia,
la paz, la moral, la honradez integral, la verdad, el bien común y el amor
entre semejantes y entre pueblos hermanos, cobijados todos por un solo ideal:
el de desarrollar una auténtica gestión, en el campo editorial universitario.
Apreciados colegas y amigos: Concluyo mi intervención, expresando cuan
importante es aceptar al otro u otros, es decir, a cada quien en su realidad,
no en el cliché de un deber ser, a veces incluso falso o distorsionado, sino
dentro de una mística de trabajo fraterno, en el que nos animemos, y aun más, nos
acompañemos a caminar.
Amigos todos: Al decir de Machado, continuemos haciendo camino mientras
seguimos caminando.
Damas y caballeros, muchas gracias.
Manta, 18 de junio del 2010
No hay comentarios:
Publicar un comentario