POR: Leonardo Moreira Delgado
Como consecuencia del Décimo Segundo Aniversario de la Editorial Mar Abierto, celebrado el jueves 1 de marzo del 2012, en el Auditórium de la Facultad de Comunicación de la Universidad Laica Eloy Alfaro de Manabí, con la participación del Dr. Manuel Albán de la Universidad Estatal de Bolívar, del Lic. Ángel Loor de la Universidad San Gregorio de Portoviejo, de la Dra. Paquita Troya del Instituto Nacional de Altos Estudios y del Lic. Lenin Manzaba de la Universidad Técnica de Manabí, se expusieron las siguientes ideas:
Se coincidió que existe un bajo nivel de lectura en los estudiantes en la transición del bachillerato a la educación superior, lo cual se asienta más en los jóvenes universitarios y como consecuencia de ello tienen limitaciones académicas, a la hora de demostrar conocimientos de cultura general y de su especialización, a excepción de los estudiantes del área de la salud que están obligados a leer libros para aprobar su carrera. Las librerías de a poco han ido desapareciendo porque no hay consumidores, en cambio persisten los puestos de ventas de revistas.
El gran dilema es que la mayoría de los profesores, especialmente universitarios no exige que los estudiantes lean libros, inclusive ya ni los profesores tienen hábitos por la lectura, señaló uno de los panelistas. Hoy la alternativa es el Internet y se hace mucho uso del libro digital, porque es fácil de copiar y pegando párrafos construir una exposición, con lo cual se pierde la riqueza de la capacidad de imaginación, que un ser humano realiza mentalmente cuando lee un libro, al contextualizarlo con su entorno social.
Indiscutiblemente el libro es la base del conocimiento para todo profesional que se precie de ser capaz de crecer en un mundo competitivo y exigente, como el actual, donde no existen fronteras físicas, sino bibliotecas virtuales omnipresentes. También el mercado son las Tables y los libros en formatos DVD, que permite que el conocimiento se actualice en segundos, por ello no queda más que usar el libro digital, donde es otro el público consumidor, cuyas característica se basa en el uso de las tecnologías actualizadas.
Por eso es importante contar con una red de buen acceso, donde las categorías inversión, comercialización y distribución son los grandes retos de hoy, para la subsistencia en la edición de libros y revistas universitarias, para ello es necesario poner costos mínimos al libro, para hacerlo más masivo, ya que no puede competir el libro textual con la versión digital, pero al libro digital hay que ponerle énfasis en la didáctica para que sirva de material guía en los procesos de aprendizajes.
Los panelistas coincidieron una y otra vez que hay que mantener vivo el libro físico, sostienen que nunca desaparecerá y si en verdad los estudiantes se inclinan hoy en día por el digital, es porque ese les permite trasladarse de un lugar a otro, cumpliendo el principio de movilidad, donde se tiene acceso a grandes bibliotecas en el mundo, como la Cervantes. Se recordó que en cumplimiento con unos de los indicadores del CEAACES, por cada diez estudiantes debe haber un libro en una Biblioteca Universitaria.
Se mencionó que la mayoría de los profesores no tienen vocación, ni técnicas, ni hábitos para escribir libros. Buscar escritores para libros universitarios en los profesores es una tarea muy difícil para los editores, quienes en su mayoría están elaborando un banco de posibles autores, a fin de generar conocimientos científicos como aporte al desarrollo de la sociedad.
Finalmente, estuvieron de acuerdo en que una estrategia valedera es lo que hoy señala la LOES, ya que para ser autoridad universitaria tiene que haber publicado, sea textos o libros indexados.
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